Su tabaco, gracias. Ahora escucharemos a esa misma voz (con intenciones eróticas, pero con matices de Terminator) decirnos: Su libro, gracias. Ya está aquí, ya ha llegado. La llaman Espresso Book Machine. Se encuentra en la librería Blackwell, en la calle Charing Cross Road, conocida precisamente por sus librerías y por ser escenario central de alguna que otra película. Este monstruito electromecánico es capaz de sacar de sus entrañas un libro en cuestión de pocos minutos, imprime cien páginas cada sesenta segundos en papel de buena calidad, letra legible y con tapas incluidas. En sus tripas tiene espacio para medio millón de títulos, ampliable en breve a la redonda cantidad de los seis ceros. Así las librerías ahorrarán espacio y polvo y también, claro está, se ahorran las visitas de esos clientes pesados que lo único que hacemos es pasear por las estanterías en busca de un título inesperado que nos sorprenda. Supongo que al lado de la Bestia de las bestias del universo Gutenberg el librero de turno pondrá, para hacer más amena la espera, una máquina expendedora de café espresso, que también dirá eso de: Su café, gracias.
miércoles, 29 de abril de 2009
martes, 28 de abril de 2009
JUAN MARSÉ
Le han dado el Premio Cervantes a Juan Marsé. Me alegro. Lamento que no se lo hayan dado a otros muchos que se encontraban en la lista de candidatos. Me alegro de que se lo hayan dado a él y no a unos cuantos que también estaban en la lista de candidatos. Al fin y al cabo los galardones son un reconocimiento público a un trabajo realizado, en este caso a toda una vida de trabajo literario. Sinceramente creo que Juan Marsé ha hecho méritos más que suficientes para merecer este reconocimiento público. Yo siempre le estaré agradecido por dejarme leer Rabos de lagartija y La muchacha de las bragas de oro. Enhorabuena Juan Marsé.
En un libro de Juan Ramón Iborra, Confesionario, Marsé habla sobre esto de escribir o sobre esto de ser, como diría el propio Marsé, aprendiz de escritor. Iborra afirma:
La forma de mirar, también es un arma, necesaria en su oficio.
Marsé responde:Es que el escritor sin oído atento siempre… Pero atento no sólo a lo que te cuentan, sino a cómo te lo cuentan. Eso implica consideraciones sobre el carácter de la persona que te está hablando. Por lo tanto es una doble observación. Con los ojos y con los oídos. Y es necesario poner el oído… A no ser que tengas un mundo propio tan absolutamente redondo, ya terminado- en el terreno de la imaginación- que no necesites ningún tipo de estímulo del mundo exterior.Ojos y oídos, qué el mundo está lleno de estímulos.
En un libro de Juan Ramón Iborra, Confesionario, Marsé habla sobre esto de escribir o sobre esto de ser, como diría el propio Marsé, aprendiz de escritor. Iborra afirma:
La forma de mirar, también es un arma, necesaria en su oficio.
Marsé responde:Es que el escritor sin oído atento siempre… Pero atento no sólo a lo que te cuentan, sino a cómo te lo cuentan. Eso implica consideraciones sobre el carácter de la persona que te está hablando. Por lo tanto es una doble observación. Con los ojos y con los oídos. Y es necesario poner el oído… A no ser que tengas un mundo propio tan absolutamente redondo, ya terminado- en el terreno de la imaginación- que no necesites ningún tipo de estímulo del mundo exterior.Ojos y oídos, qué el mundo está lleno de estímulos.
jueves, 23 de abril de 2009
EL DIA DEL LIBRO
Hoy es el día del Libro. El día del Libro, el día del Premio Cervantes, el día de San Jordi, el día de la lectura (qué abominación) ininterrumpida del Quijote, el día del centenario de Shakespeare y de Cervantes, hoy es el día de las rosas, el día de los puestos de libros en las calles (10% de descuento), el día del dragón asesinado, el día en el que el vástago de Pemán reivindica glorias y honores que ya tuvo su progenitor (sin consenso, naturalmente), el día de cientos y miles de actos culturales, el día de de un montón de gilipolleces. Hoy es el día del libro, sí. Hoy me niego a leer. Hoy veo la tele. Ya habrá tiempo de leer mañana que seguramente será, también, el día mundial de algo, pero no del libro.
miércoles, 22 de abril de 2009
LAS MANOS CORTADAS
Ayer estuve en la presentación del último libro de Luisgé Martín; Las manos cortadas (Alfaguara). El cicerón de la presentación fue Luís Merlo y no sé si ver en ello, además de la amistad confesada entre ambos, una posible versión cinematográfica de la novela, donde, creo, Luís Merlo encarnaría perfectamente el papel de su tocayo. Conjeturas mías, por supuesto.
Las manos cortadas es una novela política, en donde Luisgé nos habla de buenos y malos, porque como él mismo dijo ayer durante la presentación, siempre hubo y siempre habrá buenos y malos, olvidemos ya el relativismo tan políticamente correcto. Sin embargo, a pesar de esa intención política, Luisgé no puede prescindir, ni creo que quiera, de impregnar esta novela política y de intriga con una buena dosis de sentimientos, que no sentimentalismo. Luisgé, lo dijo él mismo en el programa de Sánchez Dragó (como dijo Roberto Bolaño en Los mitos de Chtulhu “me encanta Sánchez Dragó"), pretende cambiar el mundo con su literatura, aportar su granito de arena para que ésta civilización avance hacia un mundo mejor, más justo. Por eso en esta novela nos habla de Allende y de Víctor Jara. Por eso en esta novela, bajo la intriga y las olas del océano se encuentran los sentimientos, la vida y la dignidad. Por eso ayer durante la presentación de esta novela nos habló del compromiso político, nos habló de Dick Cheney y de Esperanza Aguirre. Por favor, Luis, tu próxima novela que hable de Esperanza Aguirre, por favor.
Las manos cortadas es una novela política, en donde Luisgé nos habla de buenos y malos, porque como él mismo dijo ayer durante la presentación, siempre hubo y siempre habrá buenos y malos, olvidemos ya el relativismo tan políticamente correcto. Sin embargo, a pesar de esa intención política, Luisgé no puede prescindir, ni creo que quiera, de impregnar esta novela política y de intriga con una buena dosis de sentimientos, que no sentimentalismo. Luisgé, lo dijo él mismo en el programa de Sánchez Dragó (como dijo Roberto Bolaño en Los mitos de Chtulhu “me encanta Sánchez Dragó"), pretende cambiar el mundo con su literatura, aportar su granito de arena para que ésta civilización avance hacia un mundo mejor, más justo. Por eso en esta novela nos habla de Allende y de Víctor Jara. Por eso en esta novela, bajo la intriga y las olas del océano se encuentran los sentimientos, la vida y la dignidad. Por eso ayer durante la presentación de esta novela nos habló del compromiso político, nos habló de Dick Cheney y de Esperanza Aguirre. Por favor, Luis, tu próxima novela que hable de Esperanza Aguirre, por favor.
viernes, 17 de abril de 2009
SIGUIENDO CON ATXAGA
Siguiendo con Atxaga y con Obabakoak, hay otro capítulo titulado “PARA ESCRIBIR UN CUENTO EN CINCO MINUTOS” donde el autor recomienda escribir frente a una ventana, nada de hacerlo frente a una pared monocromática y anodina. Hay que dejar que el paisaje entre en nosotros, nosotros en el paisaje y todo ello, de alguna manera, en lo que estamos escribiendo. También recomienda Atxaga escuchar música, cualquier canción, dice, siempre y cuando la letra de la misma nos resulte incomprensible, una canción rusa, pone él como ejemplo. Yo, personalmente, utilizo algún que otro disco para crear un ambiente propicio, aunque confieso que nunca he escuchado ninguna canción rusa. Tendré que conseguir algún disco de canciones rusas, pero no le diré a la nueva ministra de Cultura como me he hecho con ese disco.
HABLANDO DE ATXAGA
Hablando de Ataxaga, recuerdo, releo, algunos consejos que da en Obabakoak. En el capítulo titulado: MÉTODO PARA PLAGIAR, expone una teoría que mucho tiene que ver con el Mono Mimético de Tusitala. De los consejos que da señalo aquí la síntesis final:
“Pues eso, que los escritores no creamos nada nuevo, que todos escribimos las mismas historias. (…) El mundo, ahora, no es sino una enorme Alejandría, y los que vivimos en ella nos dedicamos a hacer comentarios acerca de lo que ya ha sido creado, y nada más.” Pues eso, nada más. Releeré y releeré hasta aprenderme de memoria el método para plagiar que sugiere Atxaga y, quizás, algún día de estos consiga plagiar esa maravillosa novela, quizás, pueda hacer mis particulares comentarios sobre Obabakoak. Y nada más.
“Pues eso, que los escritores no creamos nada nuevo, que todos escribimos las mismas historias. (…) El mundo, ahora, no es sino una enorme Alejandría, y los que vivimos en ella nos dedicamos a hacer comentarios acerca de lo que ya ha sido creado, y nada más.” Pues eso, nada más. Releeré y releeré hasta aprenderme de memoria el método para plagiar que sugiere Atxaga y, quizás, algún día de estos consiga plagiar esa maravillosa novela, quizás, pueda hacer mis particulares comentarios sobre Obabakoak. Y nada más.
martes, 14 de abril de 2009
BERNARDO ATXAGA
Las novelas de Bernardo Atxaga son como txirimiri. Las leo, noto sus gotas lentas y agradables sobre mis neuronas, me gusta el tacto de esas palabras dulces, paseo bajo esa fina lluvia, bajo los mundos que Atxaga crea, me produce placer la humedad nada estridente de su prosa y me dejo llevar, sin paraguas, sin prevenir charcos, sin temor a mojarme. Sólo al terminar el paseo, al cerrar el libro, me doy cuenta de que estoy calado, empapado, mojado hasta el tuétano. Acaba de llegar a las librerías Siete casas en Francia. Acabo de comprar el libro. Me voy a dar un paseo, bajo el txirimiri. Me gusta cómo me empapa Atxaga.
domingo, 12 de abril de 2009
INCREIBLE CORÍN
Más de cuatro mil títulos publicados. Más de cuatrocientos millones de libros vendidos. Traducida a veintisiete idiomas… Increíble. Ha fallecido Corín Tellado. No he leído nada suyo, no creo que lo haga, pero le muestro con estas escuetas líneas mi más sincera admiración. Años: 82, días: 29.930, títulos: 4.000; eso da una media de un libro cada siete días y medio y esto sin tener en cuenta los años de la infancia, enfermedades, viajes, vacaciones y un montón más de circunstancias que le pueden impedir a cualquiera escribir. Impresionante. Cuatro mil salvas en su honor, cuatro millones de flores para Corín.
Zafones y compañía, aprended.
Zafones y compañía, aprended.
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