jueves, 18 de abril de 2013

PRIMAVERA, CON LORCA



Será la llegada repentina del sol tras tantas semanas de lluvia continuada lo que me produce ciertos ataques de lirismo y busco versos bajo los que tenderme para disfrutar del verde verde y de la luz azul. O será que se me alteran las neuronas. O serán otras cosas que a nadie le interesan. Hoy recuerdo en este blog unos versos de Federico García Lorca, para celebrar la llegada furiosa de la primavera, ¿alguien mejor que Lorca para celebrar el buen tiempo?


LA LOLA

Bajo el naranjo lava
pañales de algodón.
Tiene verdes los ojos
y violeta la voz. 


¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor! 


El agua de la acequia
iba llena de sol,
en el olivarito
cantaba un gorrión. 


¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor! 


Luego, cuando la Lola
gaste todo el jabón,
vendrán los torerillos. 


¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor!
 

martes, 16 de abril de 2013

LABOA, PARA UN CUMPLEAÑOS



Con los cantautores sucede que uno no sabe muy bien si considerarlos meramente cantantes o incluirlos en el parnaso de los poetas. Supongo que como en otros muchos ámbitos depende de la calidad del artista. Si sus composiciones se basan en ripios infumables diremos que es un cantante, pero si los versos de sus canciones trascienden más allá de los acordes y los arreglos, si cada palabra es capaz de traspasar la partitura y la melodía y consigue perforarnos las neuronas provocándonos una sinapsis sentimental y evocadora, entonces, y no son muchos los casos, podremos definir al cantautor como poeta. Esto sucede con Mikel Laboa. Se le considera cantautor, pero para mí era poeta, poeta con guitarra, poeta con pentagramas, poeta con ritmo y armonía; poeta. Sus versos, traducidos, me los descubrió mi padre hace muchos años y desde entonces cada vez que le escucho no puedo sino recordar aquellos días: un viaje al Baztan, un radiocasete destartalado en un coche aún más destartalado, un paisaje lleno de magia y mitología, de musgo y bosques, lluvia, unas canciones que hablaban de la vida, o mejor dicho: de vivir.  Hoy mi padre hubiera cumplido años y supongo que mientras los suyos continuemos recordándole seguirá cumpliéndolos. No sé si estará en algún lado cantando codo a codo con Laboa, o si se habrá transformado en la hoja de un roble allá en Errazu, o en una roca de la Bahía, no tengo ni idea de que sucede cuando nos dejan y tampoco importa mucho. Hoy, simplemente, como es su cumpleaños, le dedico esta maravillosa canción que él un día me enseñó:

Txoria-txori

Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango
eta nik...
txoria nuen maite.

Para los que no hablamos euskera:

El pájaro pajaro
 
Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habria escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.

Y si alguien no la ha escuchado nunca aquí un enlace para que la disfrute. Por cierto, no hace falta llorar, pero a veces es inevitable.

http://www.youtube.com/watch?v=6O3HTqa7l3A 

miércoles, 10 de abril de 2013

SAMPEDRO, SIN PUBLICIDAD



Se fue sin aspavientos, con tranquilidad. Pidió a la familia, a su mujer Olga, que no se diera a conocer su muerte hasta que le hubieran convertido en cenizas, pidió morir con los suyos, sin circos mediáticos. Ahora, desde ayer, abundan los panegíricos y los halagos, se los merece todos y todos se quedan cortos. No diré que le conocí, pero pasé una tarde disfrutando de una charla con él. Me reí mucho, me enseñó más. Podría, debería, escribirse un libro entero y no solo una modesta entrada de blog dedicado a su persona, a su obra y a sus reflexiones, pero eso sería contrariar su voluntad de que le dejaran en paz. Sin embargo, no puedo evitar recoger aquí unas palabras suyas de ese maravilloso libro-conferencia que escribió junto a Olga, Escribir es vivir, unas palabras que a mi parecer resumen su filosofía vital e intelectual:

No sé qué decir. Sencillamente.
(Breve pausa)
No vengo aquí a hacer exhibicionismo personal ni publicidad de la obra. Vengo esencialmente a dos cosas. Una de ellas es la misma que me mueve a escribir: la de descubrirme a mí mismo para descubrir a otros y para encontrarnos todos, para vivir más. Es lo que trataré de demostrar a lo largo de estos días. Y para ello utilizaré mi propia vida porque, tal como les explicaré, no es posible establecer barreras entre la vida y la obra de un escritor sincero.

No tengo más que añadir: “No sé qué decir. Sencillamente.” Gracias, Sampedro.

lunes, 8 de abril de 2013

FROM HELL RETURNS



Veinte años después de que la revista Taboo sacará el primer capítulo Planeta reedita este maravilloso cómic: From Hell. Una obra maestra dentro del género, si es que se la puede encasillar en un género. ¿Es un cómic? ¿Es una novela gráfica? Resulta difícil establecer las diferencias entre lo que el mundo editorial considera cómic y novela gráfica. Personalmente no creo que deba de establecerse dicha categorización, aunque existen verdaderos tratados academicistas que intentan, basándose en supuestos intelectuales, encontrar la fórmula por la cual justificar que unas historias contadas con viñetas merecen su atención y otras no son más que simple entretenimiento. Pienso que es un debate absurdo porque se puede encontrar la misma profundidad psicológica, artística e intelectual en un tebeo de Batman que en cualquiera de las obras firmadas por Moebius. El hecho de que un cómic aporte algo más allá del puro entretenimiento depende de dos únicos factores: la intención del autor y los ojos del lector. Entonces, ¿qué es From Hell? Simple y llanamente una obra maestra. Una obra transversal que cruza los límites genéricos, que mezcla el ensayo con la novela policiaca, el simbolismo con la crítica social, el morbo con la reflexión, el entretenimiento con la deconstrucción psicológica. From Hell es un placer, un regalo, una inspiración de ese maestro del guión, barbudo y melenudo, díscolo y contestatario,  llamado Alan Moore. Sin olvidarnos de los dibujos en negro de Eddie Campbell, perfectos para recrear el Londres de finales del siglo XIX y producir un efecto incómodo y perturbador mientras nos vamos adentrando en los truculentos y sanguinarios hechos ocurridos en Whitechapel. From Hell no es fácil de leer, lo siento por aquellos que consideran que la lectura de un cómic es mucho más sencilla y ágil que un mamotreto ruso al estilo Tolstoi. From Hell es complicado, es duro, está lleno de notas, de escenas incomprensibles, de dibujos insertados sin aparente sentido. La historia que cuenta requiere ese complejidad, no por el morbo de los asesinatos del primer psicópata convertido en estrella mediática, sino por la metáfora sobre la decadencia de una sociedad que se plasma en cada una de sus viñetas. Y cuando consigues terminarlo, con esfuerzo, porque lo bueno siempre requiere un esfuerzo, dices: ¡Coño, que maravilla!
Así que desde este blog animo a cualquiera a que se dé un paseo por este inmenso cómic, como diría el propio Jack: “Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá noticias mías y de mi gracioso jueguecito. Firmado: Jack el destripador, desde el infierno.”