Con los cantautores sucede que
uno no sabe muy bien si considerarlos meramente cantantes o incluirlos en el
parnaso de los poetas. Supongo que como en otros muchos ámbitos depende de la
calidad del artista. Si sus composiciones se basan en ripios infumables diremos
que es un cantante, pero si los versos de sus canciones trascienden más allá de
los acordes y los arreglos, si cada palabra es capaz de traspasar la partitura
y la melodía y consigue perforarnos las neuronas provocándonos una sinapsis
sentimental y evocadora, entonces, y no son muchos los casos, podremos definir
al cantautor como poeta. Esto sucede con Mikel Laboa. Se le considera
cantautor, pero para mí era poeta, poeta con guitarra, poeta con pentagramas,
poeta con ritmo y armonía; poeta. Sus versos, traducidos, me los descubrió mi
padre hace muchos años y desde entonces cada vez que le escucho no puedo sino
recordar aquellos días: un viaje al Baztan, un radiocasete destartalado en un
coche aún más destartalado, un paisaje lleno de magia y mitología, de musgo y
bosques, lluvia, unas canciones que hablaban de la vida, o mejor dicho: de vivir. Hoy mi padre hubiera cumplido años y supongo
que mientras los suyos continuemos recordándole seguirá cumpliéndolos. No sé si
estará en algún lado cantando codo a codo con Laboa, o si se habrá transformado
en la hoja de un roble allá en Errazu, o en una roca de la Bahía, no tengo ni
idea de que sucede cuando nos dejan y tampoco importa mucho. Hoy, simplemente,
como es su cumpleaños, le dedico esta maravillosa canción que él un día me
enseñó:
Txoria-txori
Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango
eta nik...
txoria nuen maite.
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango
eta nik...
txoria nuen maite.
Para los que no hablamos euskera:
El pájaro pajaro
Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habria escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.
habría sido mío,
no habria escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.
Y si alguien no la ha escuchado nunca aquí un enlace para que la disfrute. Por cierto, no hace falta llorar, pero a veces es inevitable.
http://www.youtube.com/watch?v=6O3HTqa7l3A
No hay comentarios:
Publicar un comentario