miércoles, 18 de agosto de 2010

AUNQUE NO LO SEA

Algunos comparan a Horacio Quiroga con Edgar Allan Poe. Ambos revitalizaron el género del cuento en sus respectivas lenguas, ambos se sirvieron de lo terrible y horroroso para sus narraciones y ambos sintieron una irrefrenable atracción por las jovencitas muy jovencitas. Horacio Quiroga quedó huérfano a los pocos meses de nacer, mató por accidente a un buen amigo, su primera mujer se suicidó, se casó con la amiga de su hija y finalmente bebió un vaso de cianuro cuando un médico le comunicó que estaba enfermo de cáncer. Una vida dramática y accidentada que también guarda ciertas similitudes con el autor bostoniano. Esas son las semejanzas, el resto son argucias editoriales, puro marketing, y tonterías de algunos fanáticos de la literatura comparada. Los cuentos de Quiroga y Poe tienen la misma similitud que la encontrada en los relatos de Chejov y Carver, es decir: que los cuatro escritores son excepcionales. Nada más. Aunque Quiroga no sea Poe, no necesita serlo.
Igual que Poe, que Chejov y supongo que Carver, Quiroga dio algunos consejos para los escritores de relatos recopilados bajo el título: Decálogo para el perfecto cuentista. De esos diez consejos, que el propio autor no aplicó a su obra, me quedo con la mitad del octavo mandamiento quiroguiano: "Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto como una verdad absoluta, aunque no lo sea".

jueves, 5 de agosto de 2010

UN BUEN INÉDITO

Páginas de Espuma ha publicado un volumen con textos inéditos del escritor uruguayo  Horacio Quiroga. Correspondencia y Diario de viaje a París son las dos partes en las que se divide el libro bajo el acertado título de Quiroga íntimo. Hablo de este libro por dos  razones: en primer lugar porque me gustó Quiroga desde que leí algunos de sus relatos en una olvidada recopilación del cuento hispanoamericano, donde él ostenta con justicia el título de impulsor y renovador ; y en segundo lugar para dejar constancia de que no estoy en contra de la publicación de inéditos. La correspondencia de Horacio Quiroga y las dos libretas que constituyen el Diario de viaje a París (1900) han permanecido ocultas al lector de Quiroga hasta el día de hoy no por deseo del autor sino por azares de la vida  (ahora te publico, ahora no puedo, ahora no sé dónde andan los manuscritos, ahora los encuentro). Todo lo que escribió Quiroga fue con la clara intención de ser publicado, incluso en sus diarios se encuentran los mismos artificios que utiliza para construir los cuentos y su correspondencia no es más que la extensión del personaje público que se esforzó en crear durante toda su vida. Erika Martínez, la responsable del volumen  inédito, realiza un exhaustivo trabajo recopilatorio, manteniendo los originales tal cual, con incorrecciones gramaticales y ortográficas y con numerosas notas explicativas. Un trabajo bien hecho, con dedicación y apasionamiento, un trabajo en honor de uno de los grandes escritores hispanoamericanos de principios del siglo XX y no una mera edición lucrativa. La diferencia esencial estriba en la petición del autor, Nabokov, para que sus notas desaparecieran con él y la intención conocida de Quiroga para que toda su obra fuera publicada, pero no menos importante es la manera de publicar los inéditos, el buen gusto y la pulcritud, sin tomaduras de pelo. Evidentemente esta es mi opinión.