lunes, 31 de mayo de 2010

NO DEJARSE MORIR

El 24 de marzo de 1977 escribió Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, un día después desapareció en al avenida San Juan de Buenos Aires. Nunca más se le ha vuelto a ver. Parece ser que los últimos en saber de él fueron los de la Escuela Mecánica de la Armada, pero  esos sufren de amnesia crónica y no sueltan prenda. Algunos dicen que se defendió a tiros, que resistió hasta quedarse sin balas. Otros cuentan que usó la pastilla de cianuro que llevaba en su bolsillo desde los tiempos de militancia en Montoneros. Claro que los hay que afirman que se fugó a Brasil, donde camufló su identidad y acabó cansándose con una carioca. No necesitamos saber los detalles de su desaparición, los intuimos; en poco se diferenciará de lo sucedido a todos los que pasaron por la ESMA.

Rodolfo Walsh fue periodista, autor teatral y escritor de relatos. Destacan sus cuentos policíacos y sus investigaciones periodísticas. En el libro Operación Masacre desmantela la trama política de los fusilamientos de José León Suárez, ocurridos en Buenos Aires en 1956. Esta denuncia le acarreó numerosos enemigos políticos y militares, especialmente militares y todos sabemos que los militares acostumbran a no olvidar, salvo cuando se trata de desaparecidos.

Sobre su faceta de escritor él mismo dijo: Soy lento; he tardado quince años en pasar del mero macionalismo a la izquierda; lustros en aprender a armar un cuento, a sentir la respiración del texto; sé que me falta mucho para poder decir instantáneamente lo que quiero, en su forma óptima; pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estupidez. Un gran consejo para los escribidores.

Juan Gelman afirmó sobre Walsh: su obra respira y late como un animal que aprendió a no dejarse morir.

La editorial Veintisiete Letras ha publicado esta primavera sus cuentos completos. Cuatro decenas de relatos entre los que destacan: Variaciones en rojo y Los oficios terrestres. Es una buena oportunidad para leer a Walsh y, así, no dejarle morir.

jueves, 13 de mayo de 2010

BAJO EL INFLUJO DE JON

Acaba de llegar a las librerías el último libro de Jon Bilbao: Bajo el influjo del cometa. A Jon le conocí en Madrid en las charlas de la ACE y en las cañas que nos tomábamos después. Compartimos espacio en el libro Ficciones (EDAF), cada cual con sus relatos. Siempre me acordaré de la estupenda lectura, previa a su publicación, que Jon hizo en la ACE de aquel inquietante relato titulado Amenaza exterior ( Ficciones, EDAF). Después de aquel libro la carrera literaria de Jon ha sido imparable y estimulante. Destacar la novela  El hermano de las moscas (Salto de Página) y Como una historia de terror (Salto de Página), una colección de relatos que obtuvo el Premio Ojo Crítico de Narrativa en el año 2008. Ahora aparece una nueva colección de relatos con el título Bajo el influjo del cometa. Unos relatos que prometen, como todo lo escrito por Jon Bilbao, una buena dosis de inquietud y desasosiego que nos permitirá dormir, sin duda, pero que dejará un poso de incertidumbre irremediable en nuestras neuronas. Me atrevo a pronosticar, juego sobre seguro, que Jon será uno de los nombres imprescindibles dentro de muy poco tiempo. Aseguro, sin objetividad alguna porque la lectura siempre es subjetiva, que Jon es ya uno de los grandes autores españoles de ese género que algunos se atreven a calificar de menor que es el relato. A Jon le debo, alguna caña, creo, y le debo, también, conocer a Cormac McCarthy cuando me recomendó leer Meridiano de sangre antes de que el autor de Rhode Island fuera llevado al cine por los hermanos Cohen o le dieran el premio Pulitzer. Gracias Jon, por tus lecturas prestadas y por seguir escribiendo.  

viernes, 7 de mayo de 2010

DOS EN EL ESCENARIO

En el Festival SOS de Murcia, celebrado el pasado fin de semana, aparecieron compartiendo escenario junto a Madness, Franz Ferdinand o Los Planetas dos tipejos estrafalarios, excéntricos e inadaptados: Fernando Arrabal y Michel Houellebecq. No son rockeros, pero podrían haberlo sido. Arrabal es divertido, surrealista, pánico, patafísico, amoral y transgresor. Su principio fundamental es ir en contra de todos los principios y de toda moral establecida, además es un exhibicionista cultural y físico; Arrabal es un digno representante del punk. Apareció en el escenario montado en un trono y llevado en procesión como si de un santo, una virgen o un hijo de Dios se tratara. Nada que envidiar a los montajes escénicos de Alice Cooper (ya sé que Alice Cooper no es punk, pero Arrabal sí). Su amigo, Michel Houellebecq, es menos histriónico, más calladito, más introvertido, pero mucho más demoledor. Su sonrisa ingenua o cínica (nunca he sabido si fuerza o no la mueca) encierra una mala leche incontenible, un impulso irresistible por despedazar a todo lo que le rodea, principalmente su propio reflejo. Michel Houellebecq encarna a ese rockero oscuro con tendencia a la autodestrucción, a lo Jim Morrison, a lo Nick Cave o a lo Lou Reed de The Raven.

Esta iniciativa del Festival SOS de Murcia podrían imitarla otros festivales de los muchos que proliferan con el buen tiempo por toda la geografía española. Me parece estimulante que los lazos existentes entre las diferentes representaciones artísticas tengan continuidad en actos tan multitudinarios como son los festivales de música. Organizadores del Azkena, ¿por qué no incluís en el cartel de este año a Panero o a Welsh?

domingo, 2 de mayo de 2010

EL DÍA DE LAS LIBRERÍAS

El día del libro...No creo que sea el nombre más adecuado para lo que se celebró hace unos días. Yo le llamaría el día las librerías puesto que no se celebra el libro en sí, sino la venta del libro y esto, la venta, se realiza en las librerías. En el día de las librerías los libros se sacan a la calle para que todos veamos que es verdad que los libros existen, no son un objeto tan extraño e incluso un día al año merecen ser sacados a la luz. En el día de las librerías las editoriales se forran, las librerías se forran, algún escritor gana un poco de dinero, las floristerías (especialmente en Cataluña) se forran y algunos incautos caemos en la trampa del 10% y compramos un par de libros. Eso es lo que sucede en el día de las librerías. Eso y que las ventas siguen estando lideradas por los mismos de todos los días: Larsson, Pérez -Reverte, Moccia, María Dueñas, Matilde Asensi y las ediciones de bolsillo de todo tipo que, a precio de ganga, arrasan en el día de las librerías. Este año se han sumado al fenómeno top-ten de ventas todas las novelas del bueno de Miguel Delibes; ya se sabe que no hay como morirse para arrasar en ventas en este país. Por cierto, no he visto en estos puestos callejeros de venta ambulante de libros ni un ejemplar de ninguna de las obras de José Emilio Pacheco y es extraño porque no sé si alguien se ha acordado que en este día del libro o de las librerías o de Miguel de Cervantes, además del negocio, se celebra la entrega del Premio Cervantes. ¿O no?