miércoles, 12 de enero de 2011

EN EL 2011


No es necesario recurrir al  horóscopo ni a las cartas del tarot ni a una bola de cristal ni remover los posos del té para pronosticar lo que sucederá este 2011 en el mundillo editorial, las grandes empresas del sector ya se encargan de abrirnos el apetito anunciando lo que vendrá. Para empezar, en unas semanas se publicarán las dos primeras entregas de la trilogía de Murakami 1Q84 (Tusquets) y el último experimento con nocilla de de Agustín Fernández Mallo, esta vez con tintes borgianos. Juan Marsé regresará a las librerías tras obtener el Cervantes con otra novela de la postguerra barcelonesa: Caligrafía de los sueños (Lumen) y otro premiado con el Cervantes, Jorge Edwards, nos sorprenderá con una biografía-ficción-ensayo: La muerte de Montaigne (Tusquets). Julio Llamazares reaparece con un libro de relatos: Tanta pasión para nada (Alfaguara). También habrá un nuevo título de Martin Amis, La viuda embarazada (Anagrama) y del siempre interesante Ian McEwan, Solar (Anagrama). El genial Philip Roth tendrá su lugar (y quizás el próximo Nobel) con Némesis (Mondadori). Por supuesto no faltaran las nuevas entregas de Kent Follet, Frederick Forsyth, James Ellroy o Nora Roberts, todos ellos superventas antes de llegar a las librerías. Y habrá un hueco para los inéditos póstumos; El último cuaderno, (Alfaguara) de Saramago (y herederos) y la novela Los sinsabores del verdadero policía (Anagrama) de Roberto Bolaño, quien finalmente tendrá más obra publicada póstumamente que en vida. Naturalmente habrá una nueva novela de Paul Auster y esperemos que más de una grata sorpresa de las que no cuentan ni pronostican las editoriales. En cualquier caso siempre quedan esas lecturas retrasadas en espera del momento y el estado anímico oportuno; puede que este año me atreva con En busca del tiempo perdido, quién sabe.