domingo, 10 de mayo de 2009

CON EDGAR ALLAN POE TODOS TENDRÍAMOS DE SOBRA



No podía faltar en la selección de cuentistas que hace Bloom el nombre de Edgar Allan Poe. Este año, por aquello de los aniversarios, oportunamente utilizados comercialmente, todo el mundo habla y hablará de Poe y las editoriales se volverán locas reeditando las obras del autor bostoniano. Así lo han hecho Edhasa, Alianza o Páginas de espuma. Recurren a la traducción de Julio Cortázar, no creo que únicamente por el reclamo comercial de juntar a dos grandes de la literatura, sino por el indudable valor del trabajo realizado por Cortázar. Personalmente no he leído los cuentos de Poe en la versión del escritor argentino, los leí en alguna otra versión, no especialmente cuidada. Sí he leído las notas y comentarios que realizó Julio Cortázar sobre Poe (Obras completas, Alfaguara) y disfruté, como si de un auténtico relato se tratara, la biografía que hace del autor de El cuervo. Se escapa a mis propósitos las posibles similitudes e influencias entre uno y otro autor, de lo que estoy convencido es que a Cortázar le fascinaba Poe y eso está presente en sus traducciones y sus comentarios críticos.
Para Harold Bloom no es Poe el cuentista más destacado, quizás se decante más por Henry James, aunque no deja ensalzar el personal estilo de Poe. Por cierto, en Cuentos y cuentistas, Bloom también incluye en su top39 de cuentistas a Julio Cortázar, por algo será. De Edgard Allan Poe dice Bloom: “Si Emerson no te gusta, con probabilidad te gustará Poe. Emerson fue el padre del pragmatismo; Poe no fue el padre de nada en absoluto, que es lo que él quería.” Personalmente, con toda probabilidad, me gusta Poe, sin desmerecer a Emerson del que creo que no he leído nada. Hago mías las palabras de Roberto Bolaño: “La verdad de la verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.”

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