sábado, 9 de octubre de 2010

A ZAVALITA LE HAN DADO UN PREMIO


Zavalita sigue allí, en la Catedral, tomando cervezas y arreglando el mundo.  Alguien entra y le dispara la noticia, directamente al ego: te han dado el nobel, viejo. Y Zavalita se sorprende, no por el reconocimiento, sino por la tardanza. Zavalita finge que no se lo esperaba, pero todos en la Catedral saben que lo lleva deseando hace años, lustros, décadas, cien años esperándolo, desde que se lo dieron al bueno de Gabo, viejo compadre, con el que ya no se habla. Ahora Zavalita ya puede entrar en el selecto club, en el club de los laureados, de los triunfadores y no se da cuenta de que era más fácil llegar a mito sin el premio que con el premio, como sucede con otros muchos compatriotas de lengua. Sin embargo, Zavalita no quiere solamente la gloria eterna, quiere la fama y el reconocimiento en vida. Quiere que le llamen don Nobel, cuando salga por la puerta de la Catedral, tras invitar a un último trago a toda la parroquia, para no volver más. Buen viaje a los laureles, Zavalita, aquí nos quedamos Ambrosio y otros muchos, recordándote. Enhorabuena, Vargas Llosa, te mereces todos los premios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario